Muchas empresas están teniendo problemas para rejuvenecer sus plantillas en los oficios más tradicionales, que exigen cada vez más formación; mientras, el paro juvenil supera el 25%
Dejada atrás la crisis sanitaria del covid, el sector económico-social navarro se enfrenta a la nueva realidad heredada tras la pandemia. Las perspectivas económicas apuntan a un horizonte de crecimiento que irá acompañado -ya lo está siendo- de un aumento del empleo. Hoy, el número de navarros afiliados a la Seguridad Social es más alto que en marzo de 2020 y el desempleo se sitúa en el 10,3%. Sin embargo, según la EPA, el paro entre menores de 24 años llega al 26%. Mientras, empresas y territorios no encuentran personal para sustituir a sus trabajadores cuando se jubilan o para ampliar sus negocios.
Luis Campos, director general del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno de Navarra, analiza la aparente contradicción que existe entre la necesidad de rejuvenecer las plantillas y el paro juvenil.