En sus deliberaciones para formular la propuesta de concesión, el Jurado aplicará los siguientes criterios:
Relevancia
La importancia del reto social que aborda y la relevancia y pertinencia de los objetivos del proyecto.
Participación
La amplitud y profundidad de los procesos de participación y empoderamiento desarrollados durante el proyecto.
Innovación
El grado de novedad de la solución desarrollada y del proceso, es decir, del qué y el cómo del proyecto. En qué medida es diferente y mejora, por ser más eficiente, equitativa, sostenible o transformadora que las soluciones más convencionales.
Impacto
Los resultados alcanzados por el proyecto, el valor social generado.
Transformación
El cambio estructural que el proyecto ha generado en la sociedad, en las causas del problema y no meramente en los síntomas. El cambio en las relaciones, capacidades, poderes, papeles, prejuicios, barreras, etc. que ha promovido el proyecto y que durarán en el tiempo.
Replicabilidad
La capacidad que ha generado el proyecto, por diseño, por apertura, por trabajar en colaboración, etc. para que su impacto crezca en el tiempo, bien porque el proyecto pueda hacerse fácilmente de nuevo en otro entorno y/o por otra entidad (replicabilidad) como porque pueda crecer (escalabilidad).
Perduración
La sostenibilidad social y financiera del proyecto, que pueda perdurar en el tiempo de forma autosuficiente, sin necesitar una financiación específica constante.
Género
La forma y grado en que el proyecto ha contemplado y trabajado la perspectiva de género.
Equidad
La forma y grado en que el proyecto ha contemplado y trabajado el fomento de la equidad y de la accesibilidad en sus diferentes variantes.
Sostenibilidad
El impacto medioambiental positivo que haya generado.
Coherencia
La coherencia total del proyecto, la relación lógica entre sus diversos componentes, es decir, entre el reto social, los objetivos, las actividades, los recursos, los resultados, los enfoques transversales y el impacto.