Una auditoría del Observatorio de la Realidad Social en las residencias de personas mayores de Navarra rompe mitos y explica qué factores han hecho que en las residencias de tercera edad en general la Covid-19 haya ocasionado una mortalidad tan elevada. Entre sus coclusiones, destaca que hay algunos factores que, al menos en el caso de las residencias en Navarra, no tienen relevancia o es escasa y a los que se suele aludir frecuentemente en los debates.
Un ejemplo muy claro y que demuestra esta auditoría es que "ni la titularidad (pública o privada) ni el tipo de residencia (mayores o discapacidad) influye de manera significativa en el impacto de la pandemia en las residencias".
En este sentido, el presidente de ANEA, Rafael Sánchez-Ostiz, celebra que este informe tenga "conclusiones interesantes desde el punto de vista de que la pandemia afectó igual a centros públicos que privados, pequeños que grandes, rurales que urbanos", y eso es "una realidad desde el punto de vista de los que buscan siempre lo público frente a lo privado, evidencia que los centros que tenían más carga asistencial, más personas dependientes y eran más grandes tuvieran mayor impacto y que el factor que se correlacionaba mejor era el área de incidencia, es decir, en zonas de alta incidencia, lógicamente había residencias con mayor incidencia".