Esta efeméride es una iniciativa promovida por la Asociación de Usuarios de Internet y se celebra cada 17 de mayo desde el año 2005
Internet ha cambiado nuestras vidas. Hoy, es difícil imaginar nuestro día a día sin la red de redes. Una realidad que se ha ido imponiendo poco a poco y sobre la que quiere incidir esta celebración. Se trata no solo de lo evidente, la importancia de Internet en el desarrollo y el impulso económico de las sociedades, sino sobre todo de promover la accesibilidad a la red. Porque, si bien es cierto que el incremento de la conectividad no hay parado de crecer, también lo es que este veloz avance está provocando cada vez una brecha más evidente entre países y, dentro de los países, entre los propios ciudadanos. Una brecha que puede crecer con la paulatina implantación de la tecnología 5G. Y estas diferencias están provocando una desigualdad que es necesaria abordar desde los gobiernos.
Desde este punto de vista, resulta esencial el hecho de que la propia Organización de las Naciones Unidas haya declarado que el acceso a internet es un derecho humano fundamental de las personas, en primer lugar como un derecho vinculado a la libertad de expresión. Pero también desde esa visión que hace relevante su importancia para acceder a recursos fundamentales como el trabajo, la educación o la salud. Por eso, este día internacional tiene como misión el impulso de mecanismos que permitan hacer real un acceso universal a Internet, especialmente en las poblaciones más vulnerables, las zonas rurales alejadas de las urbes y sus infraestructuras. Pero también es necesario impulsar una educación alrededor de estas tecnologías, que permitan su uso a personas ahora alejadas de esta realidad, y que facilite un acceso a estos recursos con seguridad.
Entre los colectivos que requieren un especial seguimiento para que no pierdan este tren, además de las personas económicamente desfavorecidas están los colectivos con discapacidad y las personas mayores. Hace poco, un estudio del Observatorio de la Realidad Social hacía patente cómo la brecha digital 'aísla' a la tercera edad, poniendo sobre la mesa datos como que el 71% de los mayores de 70 años no realiza nunca gestiones telemáticas.