Gobierno de Navarra ha implantado un programa piloto de envejecimiento activo en zonas rurales
La residencia de ancianos de Allo abrió este viernes sus puertas 13 años después de su construcción, finalizada en 2008. Una puesta en marcha que se ha hecho esperar y que poco tiene que ver proyecto inicial, para el que se dispuso cinco habitaciones individuales y otras cinco dobles, más 20 plazas en el centro de día, que fue la otra solución por la que se apostó. Pero, tras varios estudios realizados por el Observatorio de la Realidad Social y por la Mancomunidad de Servicios Sociales de la zona, Gobierno de Navarra ha implantado allí un programa piloto de envejecimiento activo y polivalente. Un espacio de innovación social que buscará mejorar la calidad de vida de las personas mayores de la zona, en riesgo alto de despoblación.
Las instalaciones, con las habitaciones reconvertidas para ofrecer a las personas mayores de la zona recursos que les permitan participar en su comunidad de forma autónoma e independiente, cuentan además con un gimnasio acondicionado para realizar actividades físico motoras y de estimulación cognitiva. Dispone de salas para talleres y otra diáfana para usos múltiples que ayer se llenó de autoridades y vecinos para celebrar su inauguración.