Cerca de 600 personas esperaban su valoración como dependientes al final del pasado año
Si la mayoría de la población dependiente la encarnan mujeres mayores de 80 años, el sector femenino es también el que presentan una mayor tasa de pobreza para todos los grados de dependencia. El conjunto del colectivo soporta un mayor riesgo (entre 24,3 y 28,9%, según sean grandes dependientes (grado III), dependientes severos (II) o moderados (I) que los no dependientes en Navarra (21,2%).
Sin embargo, cuando se trata de pobreza severa los habitantes necesitados de asistencia salen mejor parados. Los no dependientes tienen un 11,3% de riesgo, mientras que los dependientes se sitúan entre 6,4 y 7,1%. Es también en este índice en el que la brecha entre hombres y mujeres dependientes se reduce, aunque ellas siguen siendo más vulnerables en los grados más elevados de dependencia. En el grado severo, las dependientes cuentan con un riesgo de 7,6% y ellos de un 5,9%.
A la mayoría de estas personas se les ha reconocido una dependencia moderada; a finales de 2020, este grupo representaba el 42,9% del colectivo. El envejecimiento de la sociedad navarra, señala el Observatorio de la Realidad Social en el IV Informe sobre la Dependencia, da a entender que el número de dependientes aumentará con los años. Para evaluar las necesidades de cada persona y ser reconocido como dependiente, es preciso pasar por el baremo de la valoración de la dependencia.